Nuestra vida está llena de momentos que recuerdas a lo largo de ella y muchas de estas vivencias tienen que ver con la comida.
Llegan las vacaciones y con ellas muchas horas de ocio en las que podemos crear ese tipo de recuerdos con nuestros hijos y el cocinar recetas sencillas con ellos puede ser una actividad muy divertida y didáctica.
Los niños pueden ir aprendiendo a cocinar desde pequeños, dependiendo de su edad pueden ir ayudando a mezclar los ingredientes y según van creciendo a medir los ingredientes o simplemente a pasarlos.
Podemos elegir desde recetas saludables o simplemente algo delicioso con lo que queramos consentir a nuestros hijos. Si aún no las convenzo déjenme decirles que los niños se atreven a probar distintos alimentos cuando se involucran en el proceso de prepararlos.
Para tener una sesión segura y divertida en la cocina con tus pequeños se recomienda:
Elegir una receta sencilla puede ser un postre, el plato fuerte de la cena o unas deliciosas galletas
Asumir que existirán algunos accidentes y que la cocina y su ropa no quedarán impecables. Esos pequeños accidentes debemos tomarlos con paciencia, pues es normal que a veces tiren la harina o terminen todos manchados.
Elegir su lista de música favorita. La música siempre nos relaja y pone un toque divertido a las actividades.
Tener todos los ingredientes en casa antes de comenzar a cocinar. Nada más frustrante que no poder terminar la receta porque algo nos falta.
Si se requiere horno o estufa asegúrate que solo el adulto se involucre en el proceso y si son niños grandes lo hagan con supervisión permanente de los adultos.
Acostúmbralos a recoger contigo la cocina y a dejar limpio al terminar. El proceso de limpieza no tiene que ser divertido, con música todo cambia.
Prepárate mentalmente para un momento de risas
El aprender a cocinar no solo es divertido, sino que los ayuda a ir adquiriendo cierta independencia que agradecerán cuando crezcan.
Fuente y fotografía: Disney Babble